Somos  Hermanas de la Congregación de Jesús , fundada por  Mary Ward  en  1609 . Cuando fundó la Congregación, por inspiración divina, adoptó las Constituciones de la Compañía de Jesús. Como resultado, experimentamos la Espiritualidad Ignaciana, es decir, una espiritualidad y una forma de proceder iniciada por San Ignacio de Loyola.

Nuestra espiritualidad ignaciana nos llama a ser:

* Mujeres con vida apostólica en la Iglesia.
* Este apostolado debe basarse en promover la fe a través de la justicia.
* Disponibles para ir donde sea mayor la necesidad.
* Contemplativos en acción.

Las  hermanas alemanas  iniciaron la  Congregación de Jesús en Brasil . Las primeras hermanas llegaron desde Alemania en  1934 , en plena Segunda Guerra Mundial en Europa. Todo se complicó con el nazismo, pues las escuelas católicas en Alemania tuvieron que ser cerradas y, como resultado, las hermanas perdieron su campo misionero en ese país. Con gran ardor el misionero dejó su patria, sus familias, todo lo que más quería para ellos y abandonó Brasil. Eran jóvenes con buena formación profesional, con un futuro brillante por delante, pero prefirieron seguir a Jesucristo, en un lugar fresco, diferente, con otras costumbres, otro idioma y tantas otras dificultades que superar. Estos grandes misioneros murieron en gran medida por sí mismos en nuestra provincia.

Algunas hermanas alemanas nunca regresaron a su país, sin irse de vacaciones. Otros regresaron a Alemania para visitar a sus familias después de pasar diez años aquí. Pero todos se dedicaron completamente a esta misión aquí en Brasil. Nuestra Congregación está presente aquí desde hace más de 80 años.  La apariencia fue realmente muy fructífera.  Fue una semilla muy cuidada y bien cultivada. Los frutos no tardaron en aparecer. Las escuelas empezaron a prosperar y su servicio apostólico daría muchos frutos. Unos años más tarde, algunos jóvenes brasileños comenzaron a ingresar en la Congregación, quizás sintiéndose atraídos por el testimonio de aquellas intrépidas y valientes mujeres, misioneras, discípulas, peregrinas…!